Los hombres, ¿un nuevo elemento en el “manglar de los cuidados”? Una mirada desde la pandemia
Resumen
Vivir en tiempos de pandemia de Covid-19 visibilizó globalmente el tema de los cuidados y la percepción de los trabajos esenciales que sostienen la vida. Cuidar de los demás siempre ha sido considerado como un acto femenino o feminizado que, a través de las manos de las mujeres, establece una red de cuidados. Esa red, a la que me referiré en este artículo como el “manglar de los cuidados”, se vio alterada, se movieron los dominios público-privado. El nuevo escenario presenta una danza inesperada de agencias de lo humano y lo no humano, mezclado a la materialidad y, para analizar la presencia/ausencia de los varones, empleo la metáfora del manglar utilizada por Andrew Pickering (1995) como modelo teórico e interpretativo de la “danza de agencias” de nuevos elementos, una especie de desplazamiento posthumanista de los marcos interpretativos tradicionales. Mirando desde una perspectiva feminista, que no pretende construir una nueva verdad absoluta sobre el fenómeno, sino contextualizarla, busco una comprensión performática y relacional de los cuidados. Propongo un diálogo que considera el cuidado como un conjunto de prácticas sin género, una necesidad existencial, ontológica, inherente a la existencia y también interdependiente y vulnerable. Se espera que la participación de los hombres en la división de las tareas de cuidado tenga el potencial de liberarnos de las limitaciones de un modelo binario de género y permita nuevas configuraciones en el manglar.
Derechos de autor 2023 Norma Elisabete Silva Sá
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