La formación en Gerontología en la disciplina del Trabajo Social en España. Un análisis de los planes de estudio del grado en Trabajo Social

Training in Gerontology in the discipline of Social Work in Spain. An analysis of the study plans of the degree in Social Work

 

Fecha recepción: febrero 2024 / Fecha aceptación: abril 2024

 

DOI: https://doi.org/10.51188/rrts.num31.831

ISSN en línea 0719-7721 / Licencia CC BY 4.0.

RUMBOS TS, año XIX, Nº 31, 2024. pp. 7-21

RumbosTS

 

Rubén Yusta Tirado

Universidad Pontificia Comillas. Doctor en Trabajo Social.
Calle Bilbao Nº16, 1ºB, 28914, Leganés, Madrid.

Mailryusta@comillas.edu

OrcIDhttps://orcid.org/0000-0002-6197-3338

 

Pablo de Gea Grela

Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales,
Universidad Complutense de Madrid. Programa de Doctorado en Trabajo Social.

Mailpadegea@ucm.es

OrcIDhttps://orcid.org/0009-0002-1456-028X

 

Lorena Patricia Gallardo Peralta

Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales,
Universidad Complutense de Madrid.
Licenciada en Trabajo Social, Pontificia Universidad Católica de Chile.
Magíster en Psicología Social, Universidad de Tarapacá.
Doctora en Trabajo Social, Universidad Complutense de Madrid.

Maillorenagallardop@gmail.com

OrcIDhttps://orcid.org/0000-0003-3297-2704

 

Esteban Sánchez Moreno

Departamento de Sociología: Metodología y Teoría,
Universidad Complutense de Madrid.
Doctor en Sociología y sociólogo por la Universidad Complutense de Madrid.

Mailesteban.sanchez@cps.ucm.es

OrcIDhttps://orcid.org/0000-0002-2978-9485

 

Resumen

El número de personas mayores se encuentra en pleno proceso de crecimiento, especialmente en países como España. Debido a esto, las y los profesionales dedicados a la intervención sociosanitaria con personas mayores cada vez son más demandados e incluso comienza a aumentar la especialización de postgrado en el campo de la gerontología social. En este trabajo se aborda y analiza la formación en Trabajo Social Gerontológico (TSG) en el grado de Trabajo Social en las universidades públicas y privadas en España. Para ello, se identificaron las asignaturas relacionadas con la intervención con personas mayores, diferenciando entre obligatorias y optativas, y comparando el desarrollo de la gerontología con otros ámbitos de intervención. Los resultados muestran que el 92% de las universidades españolas ofrecen una formación orientada hacia el TSG y la mayoría de las universidades imparten esta formación de carácter obligatoria, asimismo, dentro de las áreas de especialización, la intervención con personas mayores es la más ofertada a nivel nacional. Se discuten los hallazgos y se plantean los desafíos orientados hacia una formación especializada en TSG.

Palabras clave

Trabajo Social Gerontológico; formación universitaria; especialización: personas mayores

 

Abstract

The number of older people is growing, especially in countries such as Spain. As a result, professionals dedicated to social and healthcare intervention with the elderly are increasingly in demand and postgraduate specialisation in the field of social gerontology is even beginning to increase. In this paper, the training in Gerontological Social Work (GSW) in the degree of social work in public and private universities in Spain is addressed and analysed. To this end, the development of gerontology was compared with other fields of intervention by identifying subjects related to intervention with older people, distinguishing between compulsory and optional subjects. The results show that 92% of Spanish universities offer training oriented towards GSW and most of the universities provide this training as compulsory, also, within the areas of specialisation, intervention with the elderly is the most offered at a national level. Findings are discussed and challenges towards specialised training in GSW are raised.

Keywords

Gerontological Social Work; training; specialization; older persons

 

Keywords

Gerontological Social Work; training; specialization; older persons

Introducción

A nivel mundial, entre los años 2015 y 2050 se estima que el porcentaje de personas mayores de 60 años aumentará significativamente, llegando a ser un 22% de la población mundial. Este crecimiento será más significativo en aquel segmento de personas de 80 y más años (World Health Organization, 2022). Además, se prevé que para el año 2045, a nivel mundial, habrá una mayor proporción de personas de edad avanzada en comparación con personas jóvenes. Este fenómeno guarda similitud con lo observado en 2020, cuando la población de 60 años o más superó en número a la de menores de 5 años. (UN, 2010; World Health Organization, 2022).

En lo que concierne a la esperanza de vida, este indicador mantiene una evolución positiva y estable a nivel global. En el año 2015 la esperanza de vida al nacer era de 72 años, concretamente 70 años en los hombres y 75 años en las mujeres, lo que supuso un incremento de 5 años respecto a la esperanza de vida al nacer establecida en el año 2000 (World Health Organization, 2020). Sin embargo, a pesar de que la esperanza de vida sea mayor, esos años adicionales suelen venir acompañados de grandes dificultades físicas y sociales que limitan la calidad de vida de las personas mayores (World Health Organization, 2022).

El aumento del número de personas mayores, junto a la falta de calidad de vida en edades más avanzadas, indica que se necesitarán más recursos sociales y médicos para satisfacer sus necesidades en todo el mundo. Los sistemas sociales y sanitarios, en muchos países, requerirán reformas para satisfacer esta demanda basándose en el impacto del envejecimiento de la población (Zarebski, 2021). Esto supone la necesidad de un mayor desarrollo de campos interdisciplinares, como es la gerontología, y la necesidad de formación especializada dentro de las ciencias sociales, especialmente en países con un alto grado de envejecimiento, como es España (Algarín y Sánchez-Serrano, 2022).

El aumento generalizado del número de personas mayores en España, por el cual en unos años este grupo social representará casi un tercio de la población total (Instituto Nacional de Estadística, 2020), está generando que la Gerontología Social cada vez tenga más presencia en la sociedad. Como bien señalan Conde-Ruiz y González (2021), este aumento poblacional no es fortuito, sino que se asocia fundamentalmente al envejecimiento de las personas que nacieron durante el baby boom, entre los años 50 y los 70, al aumento de la esperanza de vida, y a la inversión de la pirámide poblacional generada por este fenómeno y por el descenso de la natalidad. Con esta perspectiva, no es de extrañar que cada vez los/as profesionales dedicados/as a la intervención con este colectivo sean más demandados/as (Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, 2019; García, 2022) y, en consecuencia, aumenten las formaciones dirigidas a la obtención de la especialidad gerontológica en cada una de las disciplinas. Un reciente estudio desarrollado por Villar et al. (2017) analizaba la formación de posgrado en España relacionada con la Gerontología, concluyendo que estos programas formativos se encuentran muy diversificados y dirigidos a múltiples categorías profesionales. En cambio, cuando estos se dirigen a áreas o categorías de conocimiento concretos, solo el 2% de ellos se encuentran diseñados de forma exclusiva para disciplinas propias de las ciencias sociales.

Siguiendo en la línea de las ciencias sociales, y más concretamente, respecto al Trabajo Social, es el Trabajo Social Gerontológico (TSG) la especialidad de la disciplina encargada de la intervención con personas mayores; definida por Martín (2012) como aquella intervención profesional intencionada y científica en la realidad social de las personas mayores, para conocerla y transformarla, contribuyendo con otras profesiones a lograr el bienestar de este colectivo. Concretamente, el Trabajo Social Gerontológico se distingue dentro de las ciencias sociales por su enfoque holístico, su compromiso con los derechos humanos y la justicia social, su énfasis en la promoción del cambio social, su enfoque terapéutico centrado en la relación y la empatía, y su orientación hacia la acción y la práctica reflexiva. Estas características lo convierten en una disciplina única y vital para abordar los desafíos sociales contemporáneos y promover el bienestar humano en todas sus dimensiones (Hooyman y Kiyak, 2008). Teniendo en cuenta el reto demográfico anteriormente definido y las posibles necesidades surgidas del aumento del número de personas mayores en nuestra sociedad, se plantea un escenario interesante para el desarrollo de la intervención social (Filardo, 2011), estableciéndose como uno de los ámbitos con mayor desarrollo del empleo y de los programas y proyectos formativos (Sarasola et al., 2014).

En los últimos años, la orientación de la acción profesional se centra en maximizar la funcionalidad física, cognitiva y social de este colectivo (Munson et al., 2014), desplegando las diversas competencias profesionales en ámbitos de acción micro, meso y del macrosistema social. Tal como afirman Ray et al. (2015), los profesionales del Trabajo Social disponen de un conjunto específico de habilidades y conocimientos que los equipa de manera única para gestionar la intersección de problemas que actualmente desafían los servicios de salud y bienestar en la vejez: necesidades complejas, riesgos, transiciones, fin de vida, estrés de los/as cuidadores/as, fragilidad, entre otros. El TSG es una especialización disciplinar de referencia en el ámbito de las personas mayores y tiene un papel crucial en aspectos tan importantes como alcanzar una calidad de vida adecuada o un trato digno y adaptado a las preferencias de las personas en la vejez (Phillips et al., 2006; Kaplan y Berkman, 2016).

Asimismo, la pandemia COVID-19 replanteó nuevos desafíos para el Trabajo Social Gerontológico. Al respecto, Swinford et al. (2020) señalan que tras la pandemia se reforzó el convencimiento disciplinar de que las personas mayores son un grupo heterogéneo y que está en mayor riesgo de experimentar discriminaciones y estereotipos por su edad (edadismo). Asimismo, que el cruce de los conceptos de desventaja acumulativa –curso de vida– e interseccionalidad ofrecen explicaciones clarificadoras de las disparidades que se visibilizaron en la pandemia. Por último, la relevancia de que la disciplina centre su acción en una perspectiva basada en las fortalezas, para orientar la intervención social hacia los “activos” y/o “recursos” de las propias personas mayores.

Ya hacia finales de los años 90 Berjarano y Berjarano (1999) llevaron a cabo un análisis de los planes de estudio de 28 universidades, en ese momento, de la Diplomatura en Trabajo Social, en el que se concluyó que solo en 13 de ellas se impartía alguna materia relacionada con la Gerontología, definiendo que el 53,6% de los/as estudiantes de Trabajo Social de aquel momento finalizaban sus estudios universitarios sin contar con una formación orientada a las necesidades de este grupo social. Partiendo de esta investigación, desarrollada hace ahora un cuarto de siglo, se plantea un análisis de los planes de estudio de las universidades españolas para analizar la actual situación de la formación gerontológica entre los/as estudiantes del grado en Trabajo Social (equivalente a Licenciatura en Trabajo Social en Chile).

 

Metodología

Para poder llevar a cabo esta investigación se han analizado los 37 planes de estudio del grado en Trabajo Social, contando universidades públicas y privadas, en territorio español. Para ello, se han seleccionado las asignaturas que por el título o mediante la guía docente se encontraban relacionados con la intervención con personas mayores. Además, también se ha identificado el número de créditos, European Credit Transfer and Accumulation System (ECTS)1, (Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos) de cada una de estas asignaturas, diferenciando si pertenecían a asignaturas obligatorias u optativas (electivos), teniendo en cuenta que, por definición, estas últimas pueden -o no- ser cursadas por los/as estudiantes. Por último, también se han contrastado estos resultados con los obtenidos al examinar cómo se desenvuelve la gerontología en comparación con otros ámbitos de intervención del Trabajo Social, con el fin de entender su progreso formativo en relación con otros espacios de intervención, y se ha realizado una breve comparativa con la misma situación en el grado de disciplinas con las que el Trabajo Social comparte espacio de intervención (Enfermería y Psicología) y que también aborda la formación en este sentido.

 

Resultados

Tal como muestra la Tabla 1, los resultados muestran que el grado en Trabajo Social en España es impartido por 34 universidades que imparten asignaturas vinculadas con la intervención con personas mayores, que representa el 92% del total de la oferta pública y privada en el área de Trabajo Social. Respecto a la titularidad de estos centros formativos, el 82% son de titularidad pública, frente al 18% privados, concentrados en las Comunidades Autónomas de Comunidad de Madrid, Cataluña y País Vasco.

 

Tabla 1

Características de los planes de estudio del grado en Trabajo Social en relación a la formación en Gerontología Social.

Universidad

Tipología

Créditos totales

Créditos obligatorios

Créditos optativos

Universidad Nacional de Educación a Distancia

Pública

10

10

0

Universidad de Málaga

Pública

12

6

6

Universidad de Granada

Pública

12

6

6

Universidad de Cádiz

Pública

12

6

6

Universidad Pablo de Olavide

Pública

12

0

12

Universidad de Huelva

Pública

12

0

12

Universidad de Almería

Pública

6

6

0

Universidad de Jaén

Pública

12

6

6

Universidad de Zaragoza

Pública

16

6

10

Universitat de les Illes Balears

Pública

6

6

0

Universidad de la Laguna

Pública

6

0

6

Universidad de Las Palmas

Pública

9

6

3

Universidad de Castilla La Mancha

Pública

10.5

0

10.5

Universidad de Salamanca

Pública

7

3

4

Universidad de León

Pública

6

6

0

Universitat de Barcelona

Pública

12

6

6

Universidad Ramón Llul

Privada

6

0

6

Universitat Rovira i Virgili

Pública

6

0

6

Universitat de Girona

Pública

3

0

3

Universitat de Lleida

Pública

12

6

6

Universidad Complutense de Madrid

Pública

6

0

6

Universidad Pontificia Comillas

Privada

4,5

0

4,5

Centro Universitario La Salle

Privada

12

6

6

Universidad Francisco de Vitoria

Privada

3

0

3

Universidad Rey Juan Carlos

Pública

12

12

0

Universidad Pública de Navarra

Pública

12

12

0

Universitat de Valencia

Pública

4,5

0

4,5

Universidad de Extremadura

Pública

12

12

0

Universidad de Santiago de Compostela

Pública

6

0

6

Universidade Vigo

Pública

12

6

6

Universidad de Deusto

Privada

6

0

6

Universidad de Oviedo

Pública

12

6

6

Universidad de Murcia

Pública

6

6

0

Universidad de La Rioja

Pública

6

0

6

    Fuente: Elaboración propia a partir de los planes de estudio en el grado de Trabajo Social de las universidades analizadas.

     

    Tal y como se ha podido identificar en la Tabla 1, se han diferenciado los créditos obligatorios (equivalente a las asignaturas básicas u obligatorias del plan de estudios) de los pertenecientes a materias optativas (electivas ofertadas en cada universidad). En este sentido, se observa que el 47,7% de estos créditos sobre gerontología son obligatorios. En cuanto a las diferencias existentes entre los centros formativos públicos y privados, se observa que de media las universidades públicas cuentan con una formación de 8,9 ECTS en gerontología, frente a los 6,3 de media de las universidades privadas, aunque cabe destacar que los únicos tres centros que no contaban con formación relacionada con gerontología eran centros de titularidad pública.

     

    Figura 1

    Nube de palabras a partir de los nombres de las asignaturas en el ámbito de la Gerontología Social.

    Nube de palabras a partir de los nombres de las asignaturas en el ámbito de la Gerontología Social.

      Fuente: Elaboración propia a partir a partir de los nombres de las asignaturas en el ámbito de la Gerontología Social de los planes de estudio en el grado de Trabajo Social de las universidades analizadas.

    Respecto a cómo se identifica el nombre de las asignaturas vinculadas al ámbito de la gerontología social en el grado de Trabajo social, tal como muestra la Figura 1, hay una diversidad de maneras de nombrar a estas asignaturas obligatorias y optativas. Hay una tendencia a vincular esta área de especialización con el ámbito de la dependencia, utilizado en un total de 19 ocasiones; discapacidad, que aparece en 5 asignaturas diferentes; e incluso la vulnerabilidad, que se emplea en 5 asignaturas de distintas universidades. También, hay iniciativas orientadas a abordar el envejecimiento, los recursos sociales de las personas mayores, la vinculación con los servicios sociales y hay propuestas mucho más específicas y vinculadas a esta especialidad dentro de la disciplina como Trabajo Social Gerontológico (Universitat Rovira i Virgili) y Trabajo Social con personas mayores (Centro Universitario La Salle; Universidad de Cádiz; Universidad de La Laguna; Universidad de Málaga; Universidade de Santiago de Compostela; Universitat de València).

    Para comparar los datos obtenidos en la formación en Gerontología con otros ámbitos de intervención en Trabajo Social se identificaron los créditos existentes en el grado en Trabajo Social en las 37 universidades analizadas en los ámbitos de: personas migrantes, adicciones y conductas de consumo, e intervención con el colectivo de la infancia. Esta comparativa mostró que la formación en gerontología es mucho más amplia y extendida que las otras tres áreas temáticas seleccionadas, puesto que mientras que en Gerontología se identificaba un total de 297 créditos, la formación dirigida a intervenir con personas migrantes contaba con 188 ECTS, infancia con 155,5 créditos, y, en último lugar, se encontró el ámbito de las adicciones y/o el consumo problemático con 98 ECTS (Figura 2).

     

    Figura 2

    Principales asignaturas de especialización en el grado de Trabajo Social en España.

    Principales asignaturas de especialización en el grado de Trabajo Social en España.

      Fuente: Elaboración propia a partir de los planes de estudio en el grado de Trabajo Social de las universidades analizadas.

       

      Respecto a la distribución de estos créditos, a diferencia de la formación gerontológica, mayoritariamente estas tres áreas eran abordadas desde asignaturas optativas, con la posibilidad de ser o no elegidas por los/as alumnos/as (Figura 3).

       

      Figura 3

      Distribución de los créditos entre obligatorios y optativos en cada una de las áreas temáticas analizadas.

      Distribución de los créditos entre obligatorios y optativos en cada una de las áreas temáticas analizadas.

        Fuente: Elaboración propia a partir de los planes de estudio en el grado de Trabajo Social de las universidades analizadas.

       

      Por último, se llevó a cabo una breve comparativa con dos disciplinas profesionales con las que el Trabajo Social comparte espacio profesional habitualmente en el ámbito de la Gerontología: la Enfermería y la Psicología. Para ello, se comparó la presencia de créditos relacionados con este ámbito con sendos grados en tres universidades distintas, seleccionando una de las que más créditos tiene sobre Gerontología, una del grupo con una presencia media de créditos y, por último, una del grupo con menor presencia de formación relacionada con Gerontología. Tras este análisis, en Psicología se identificó una mayor presencia de créditos relacionados con la intervención con personas mayores, fundamentalmente de modalidad optativa. Respecto a la Enfermería, la presencia de créditos es menor, pero todos ellos forman parte de las asignaturas identificadas como obligatorias en el plan de estudios.

       

      Discusión

      Lo primero en lo que se debe reparar respecto a los datos obtenidos en la investigación es el desarrollo formativo en materia gerontológica que actualmente existe de forma general en el grado en Trabajo Social en España. Tal y como se ha mencionado, únicamente el 8% de las universidades públicas o privadas no contaban con asignaturas directamente relacionadas con la intervención en el ámbito de la Gerontología Social. Esto muestra una clara evolución respecto a la situación definida por Berjarano y Berjarano (1999) 25 años atrás, en la que más de un 50% de estos centros no contaban con créditos ni asignaturas relacionadas con la Gerontología Social. Esto, sin duda, puede ser debido a los cambios en los planes educativos sucedidos tras el conocido Plan Bolonia, a partir del cual la formación universitaria en Trabajo Social deja de ser una diplomatura, para convertirse en un grado, influenciados por el aumento del número de personas mayores en nuestro país, los cuales, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE, 2023), actualmente representan el 20,15% de la población, cuatro puntos por encima de la representatividad de hace 25 años (16,29%).

      No obstante, la orientación de las asignaturas está centrada en el ámbito de la dependencia, la discapacidad y el plano sociosaniatario, siendo dependencia, salud y discapacidad, respectivamente, las palabras que más aparecían en los títulos de las asignaturas seleccionadas. En ese sentido, se entiende que, por un lado, la atención social gerontológica es indivisible a los procesos de salud, tal y como se refleja en muchos de los estudios que tratan sobre la intervención con este colectivo (Muñoz, 2018; Saraiva y Salmazo, 2022), independientemente de la disciplina o el enfoque que se aplique y, por tanto, necesaria también en la formación de los/as trabajadores/as sociales. Por otro lado, tampoco se puede pasar por alto la importancia de la figura del Trabajo Social en dos de las principales normativas existentes en España en materia de protección a un colectivo como el de las personas mayores. Salvando las diferencias entre ambas normativas (González-Rodríguez, 2017), en el ámbito de la dependencia encontramos una gran presencia del Trabajo Social al identificar procesos en los cuales es fundamental el desarrollo del informe social, propio de la disciplina, llegando en ocasiones a identificarse la presencia de los/as trabajadores/as sociales en este sistema de protección como un proceso de humanización del sistema de dependencia (Brezmes, 2012). Respecto al sistema de discapacidad, recientemente se ha producido un cambio en el baremo de valoración de este sistema de protección, a través del cual los factores sociales implicados en las situaciones de discapacidad tienen una mayor presencia en la suma total que genera el grado de clasificación del mismo. Todo ello, parece tener incidencia en la elaboración de los planes de estudio de las diversas universidades, en un ejercicio de identificación de aquellos aspectos socioadministrativos en los que tiene presencia el Trabajo Social.

      La promesa del TSG en España se vislumbra hacia una formación especializada dentro del campo de la gerontología social, promoviendo una disciplina práctica y científica que contribuya al estudio y la intervención sobre el envejecimiento, cuyo objetivo principal consiste en conocer y transformar la realidad social de las personas mayores, desde un enfoque interdisciplinar para lograr el bienestar de este colectivo, respondiendo a las aspiraciones sociales, individuales, familiares, y/o comunitarios (Cárdena y Cedeño, 2018).

      Para poder conseguir el objetivo propuesto, el Trabajo Social Gerontológico aborda de manera directa la dimensión social del envejecimiento a través de una triple vía de intervención basada en la prevención. Se encuentra una prevención primaria que conlleva acciones encaminadas a detener o prevenir aspectos que pueden llegar a afectar a las personas mayores. La prevención secundaria, que implica el manejo de situaciones problemáticas que pueden afectar a la población mayor, como por ejemplo, el duelo ante la pérdida del cónyuge. El último nivel, consiste en la prevención terciaria, que pretende aminorar los efectos de una condición incapacitante o de dependencia (Martín y Bravo, 2003). Sin embargo, la realidad en la formación universitaria consiste, en gran medida, en la unión del TSG con la dependencia, obviando conceptos clave que definen a esta disciplina, y centrándose únicamente en una parte ínfima del Trabajo Social Gerontológico.

      Otro aspecto importante se encuentra al comparar la Gerontología con otros ámbitos o grupos sociales de intervención propios del Trabajo Social. Tal y como se desprende del análisis, la Gerontología tiene una presencia mayoritaria frente a la formación sobre migraciones, infancia y adicciones, ámbitos de referencia dentro del Trabajo Social. En este sentido, también destaca el hecho que, mientras en los otros tres ámbitos existe un predominio de los créditos optativos, estableciéndose así la posibilidad de que los/as alumnos/as se formen en el ámbito o área que más les interese, la formación gerontológica se reparte casi a partes iguales entre créditos optativos y obligatorios, dibujando así un escenario en el que no solo la Gerontología toma un papel más relevante, sino que empieza a ser entendido como una materia central en la formación de los/as trabajadores/as sociales.

      En este sentido, ampliar la mirada hacia otras disciplinas profesionales que comparten espacios con el Trabajo Social también puede seguir reportándonos información al respecto. De acuerdo con el análisis comparativo realizado con las disciplinas de Enfermería y Psicología, se observa que esta última posee una mayor carga formativa relacionada con la gerontología, aunque gran parte de esta es optativa. Por el contrario, Enfermería cuenta con un número menor de créditos dedicados a la especialización en la intervención con personas mayores, en cambio, la mayor parte de estos son obligatorios, garantizando así el conocimiento por parte de los/as futuros/as profesionales respecto a este grupo poblacional. El Trabajo Social, por tanto, se establece en una posición intermedia entre ambas disciplinas, contando con un reparto bastante equitativo entre créditos obligatorios y optativos.

      Tal y como se ha mencionado, existe cierta relación entre el crecimiento del número de personas mayores y el aumento de la formación universitaria de los/as trabajadores/as sociales de forma general, esto no es algo que se cumpla cuando se analizan estos factores en función a la Comunidad Autónoma, donde se desarrolla cada plan de estudios. De acuerdo con el análisis realizado, las Comunidades Autónomas de Asturias, Castilla y León y Galicia son las más envejecidas, con una representación de las personas de 65 y más años mayor al 25% del total. En este sentido, únicamente Asturias cuenta con un plan de estudios del grado en Trabajo Social con más de 10 créditos ECTS sobre esta materia. Lo mismo sucede a la inversa, si analizamos el caso de Andalucía, una de las Comunidades Autónomas que cuenta con un menor número de personas mayores y con 7 universidades desarrollando el grado en Trabajo Social. En este caso, esta Comunidad Autónoma es una de las que posee una media mayor de créditos relacionados con este colectivo.

       

      Conclusiones

      Este trabajo de carácter exploratorio muestra una favorable evolución del Trabajo Social hacia una formación orientada hacia la Gerontología Social y próxima a una especialización centrada en TSG, aunque la visión de las personas mayores aún este asociada al ámbito de la dependencia y la discapacidad. De esta manera, el reto es seguir avanzando hacia una formación especializada en el ámbito del TSG, y en consecuencia, asumir los grandes retos de promover la calidad de vida, la autodeterminación y la agencia de las personas mayores.

      Asimismo, a partir de este estudio surgen ciertas preguntas de investigación que sería de gran interés que se profundizarán en próximos trabajos. Un aspecto relevante para responder en futuros estudios consiste en analizar la influencia de los contenidos y métodos de enseñanza del trabajo social gerontológico en la preparación de los estudiantes para abordar eficazmente el envejecimiento en su práctica profesional. De igual forma, comprender cuál es el impacto de la colaboración interdisciplinaria en la integración del trabajo social gerontológico en los planes de estudio y cómo puede mejorarse esta colaboración puede ser un elemento vital para investigaciones posteriores que aborden esta temática. Además, un factor de gran interés podría ser examinar cuáles son las prácticas de enseñanza más efectivas y las tecnologías innovadoras que pueden mejorar la formación en Trabajo Social Gerontológico en programas de grado en Trabajo Social.

      Por último, este estudio no solo resalta el aporte significativo en el ámbito del Trabajo Social Gerontológico, sino que también sugiere, desde una perspectiva interdisciplinaria e interprofesional, la importancia de estimar el progreso de la gerontología en relación con otros campos de intervención, lo que contribuye a una comprensión más amplia y holística del desarrollo formativo en esta área.

       

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      1 Un crédito ECTS equivale a 25 horas de formación por parte del alumnado en todas las actividades necesarias para su formación.