Capacidad del Vínculo de Apego en Adolescentes Criados/as por Familias Homoparentales

Capacity of the Attachment Bond in Adolescents Raised by Homoparental Families

 

Fecha recepción: noviembre 2022 / Fecha aceptación: abril 2023

DOI: https://doi.org/10.51188/rrts.num29.750

ISSN en línea 0719-7721 / Licencia CC BY 4.0.

RUMBOS TS, año XVIII, Nº 29, 2023. pp. 89-115

RumbosTS

 

 

Jonathan Meier-Lebrón

Doctor en trabajo social clínico.
Universidad Inter Americana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano.

Mail jonathan.meier@upr.edu

 

Resumen

Esta investigación analiza los vínculos de apego de 30 adolescentes puertorriqueños entre 13 y 17 años con sus familias homoparentales y sus relaciones románticas. La metodología empleada fue un estudio descriptivo de corte transversal. El instrumento principal utilizado para la recolección de datos es el Inventario de Apego en Adolescentes. La investigación se conceptúa desde el marco teórico de Apego, de John Bowlby, quien en familias biparentales precisa las dinámicas de apego que se manifiestan a lo largo del desarrollo de los infantes y sus cuidadores principales. Los resultados obtenidos evidencian que los adolescentes no presentan conductas de apego inseguro tipo evitativo o ansioso en los vínculos con sus cuidadores homoparentales.

Palabras clave

crianza; apego; familia; homosexualidad; adolescencia

 

Abstract

This research describes and analyzes the attachment ties of 30 Puerto Rican adolescents between the ages of 13 and 17 with their homoparental families and their romantic relationships. The methodology used was a descriptive cross-sectional study. The main instrument used for data collection is the Adolescent Attachment Inventory. The research is conceptualized from John Bowlby's Attachment theoretical framework, who in two-parent families specifies the attachment dynamics that manifest throughout the development of infants and their main caregivers. The results obtained show that adolescents do not present avoidant or anxious insecure attachment behaviors in their relationships with their homoparental caregivers.

Keywords

breeding; attachment; family; homosexuality; adolescence

 

Introducción

Conceptualmente, la familia representa una institución altamente valorada en la sociedad y la vida de los seres humanos (Benítez, 2017). Tradicionalmente a la familia se le atribuyen diversidad de funciones por las cuales se crean las bases para lograr significancia en la sociedad. Saldaña (2019) destacó algunas funciones medulares que puede desempeñar una familia, independientemente si es una tradicional, como: función económica, función reproductiva y función recreativa. Sin embargo, el autor también destaca otras funciones que, paradójicamente, son parte de los discursos que cuestionan las capacidades de las familias homoparentales. Por ejemplo, función afectiva, en la cual predomina la capacidad de proveer gestos de amor, afecto y protección; función protectora, mediante la cual la familia cuida y vela sobre sus miembros, la seguridad física; brinda acompañamiento ante enfermedades y accidentes, moral; mediante el ejercicio de inculcar ideologías y valores que los distingue como familia, y afectiva; basado en el calor humano y amor provisto por la familia. De acuerdo al Ministerio de Educación (1998), como cita Saldaña (2019), esta es la función más importante en la familia por su aportación valorativa en cada ser humano.

La función educadora y socializadora, y la función espiritual, son otras de las funciones señaladas por Saldaña (2019) por las que se observa, a través de la revisión de literatura, ser blanco de cuestionamientos. La función educadora y socializadora se atribuye principalmente al proceso de aprendizaje que reciben los niños y niñas, a través del modelaje de sus cuidadores, para adoptar conocimientos, valores, costumbres y tradiciones que almacenarán en la memoria y que son importantes para fomentar el altruismo. Con relación a la función espiritual, la autora enfatiza la figura de Dios en relación a la satisfacción espiritual de las familias para alcanzar el éxito. Sin embargo, partiendo de la definición de Pinto (2007), se define la espiritualidad como:

Un sistema de guía interna, básico para el bienestar humano, que influye en la vida, la conducta y la salud, sin importar la filosofía, las creencias o las prácticas religiosas de la persona… La espiritualidad es un acto incuestionablemente vital, en tanto que su relación vital con el alma alude, en cierto modo, a la capacidad de trascendencia. La espiritualidad se percibe como un proceso de interacción entre la conciencia y la interrelación con Dios o con un poder superior, en función de lo que se denomina fe. (Pinto, 2007, p.20)

Conforme a lo anterior, las intenciones de correlacionar los sistemas de creencias exclusivamente a la religión, y que no pueden ser cuestionadas, representa un reto mayor para las familias homoparentales que desean practicar la espiritualidad cristiana. De acuerdo a Toro y Varas (2004), citado en Rodríguez y Varela (2018), el sector religioso es una de las poblaciones donde más radica el rechazo y sanciones morales contra las familias homosexuales. De acuerdo a Rodríguez (2013), hubo un grupo de religiosos, liderado por obispos y pastores, que intentaron frenar la aprobación de la adopción por parejas del mismo sexo en Puerto Rico, bajo el argumento de que solo un hombre y una mujer pueden procrear. Según este grupo, se privaría a los hijos e hijas “de disfrutar del apoyo de un padre y una madre, entre otros” (Rodríguez, 2013). Por otro lado, Rodríguez (2013) reseñó que el sector religioso intentó de forma fallida, otorgar exclusividad al matrimonio heterosexual en la Constitución de Puerto Rico, lo cual, de haber sido aprobado por el Estado, la familia homoparental hubiese perdido toda posibilidad legal de criar bajo las leyes de Puerto Rico. Según Benítez (2017), históricamente entiende por familia tradicional al sistema colectivo dentro de la sociedad caracterizado por la composición familiar de hombre y mujer en unión legal con hijos e hijas en común.

El 9 de diciembre de 2015 se aprobó en Puerto Rico la primera adopción de un matrimonio homoparental. Acosta y Vega son un matrimonio de mujeres lesbianas quienes lograron en el 2015, a través del Tribunal Supremo luego de un litigio de 10 años, que se ordenara por primera vez al Registro Demográfico de Puerto Rico que una pareja de orientación homosexual inscribiera a quien criaron por 15 años como su hija (Autorizan la primera adopción de una pareja homosexual en Puerto Rico, 2015). Sin embargo, la adolescente siempre fue criada en esta familia, lo cual evidencia que la crianza homoparental preexiste en Puerto Rico y no se encuentra condicionada a los aspectos legales de aprobación, sino que estos padres y madres crían por años quedando al margen de las leyes de adopción. Para Rodríguez (2013), esto significa que la familia tradicional deja de ser el modelo de familia único ante la aparición de nuevos modelos familiares, como es el caso de Acosta y Vega.

La adolescente nació luego de un proceso de inseminación artificial al cual se sometió Vega. Su pareja, Acosta Rodríguez, intentó adoptar la niña en el 2005, cuando nació, pero en ese entonces la petición falló en su contra, por lo que el caso fue llevado al Tribunal Supremo, el cual en 2013 nuevamente falló en su contra. En ese momento, una mayoría de 5 a 4 determinó que Acosta Rodríguez solo podía adoptar a la niña si su madre biológica renunciaba a su derecho materno filial. Esta lucha culminó en el 2015, cuando el Departamento de la Familia recomendara la adopción y esta recomendación fuera acogida por el Departamento de Justicia lo cual llevó a que finalmente el tribunal fallara a su favor.

El concepto de familia se ha diversificado y algunas familias son objeto de consideraciones legales, por lo que el contexto cultural tiene gran influencia para que algunas familias no tradicionales, como se llamará para efectos de esta investigación, sean social y legalmente aceptadas. Por ejemplo, la familia poligámica, que se constituye por un hombre y varias mujeres, y la familia homoparental, compuesta de dos adultos del mismo sexo y, en algunos casos, con hijos e hijas (Benítez, 2017).

Por otro lado, como parte de las familias no tradicionales, Benítez (2017) hizo referencia a otros modelos de familia, como la monoparental. Este tipo de familia se posiciona y se compone por un solo padre o madre con sus hijos e hijas. De igual forma, las familias agregadas o constituidas, quienes luego de una separación permanente con su pareja anterior se integran junto a sus hijos a la familia de su nueva pareja y de donde surgen los conocidos roles de padrastros y madrastras. Finalmente, la familia de parejas de convivencia esporádica, quienes mantienen una relación estable pero la convivencia es ocasional.

Tras el surgimiento de las familias no tradicionales se levantan discusiones alrededor del mundo aludiendo que trasgreden al modelo hegemónico de familia tradicional, y son percibidas como una amenaza para el desarrollo y crianza de los niños/as (Zuluga et al., 2019). La literatura converge en que en cada modelo de familia no tradicional habrá niños y niñas como parte de su composición. Ante este panorama se genera la interrogante de conocer y explicar si el hecho de ser un tipo de familia no tradicional puede afectar la capacidad de desarrollar un apego seguro, o si puede ser un factor de riesgo para el surgimiento de psicopatologías. En la revisión de la literatura pertinente para eta investigación, se tuvo la oportunidad de conocer diversas psicopatologías asociadas a los procesos de crianza y sus marcos de referencia, cuestiones que serán analizadas desde una perspectiva crítica.

El teórico John Bowlby (1998) estudió el desarrollo de psicopatologías como consecuencia de padres con pobres destrezas para desarrollar apegos saludables en sus hijos e hijas, al tiempo que otros autores reflexionaron sobre el concepto de apego desarrollado por Bowlby. Muñoz (2017), al vincular el apego definido por John Bowlby con la autorregulación en la infancia, estableció que ambos conceptos guardan una estrecha relación. La autora afirmó que el apego seguro estará sujeto al uso de buenas estrategias de autorregulación emocional, sin embargo, enfatiza que el contexto en el que se cría al niño o niña será un factor a considerar al momento de vincular el apego con la autorregulación emocional. Por otro lado, la autora reseña que las funciones ejecutivas, y otras funciones autorregulatorias como en el control inhibitorio y en la atención voluntaria; los niños y niñas menores de seis años con una crianza basada en el apego seguro podrán autorregularse efectivamente. Sin embargo, a pesar que Bowlby (1998) enfatiza en las funciones afectivas de personas cuidadoras, para Muñoz, en edades escolares no hay relación vinculante entre el apego y la afectividad negativa, por lo que la autora cuestiona si la emocionalidad parte más del temperamento que del proceso de autorregulación.

Por otro lado, para esta investigación, que está dirigida a la población adolescente y a la observación de sus relaciones románticas, resultó preponderante el análisis de Urbiola y Estévez (2015). Las autoras analizaron la dependencia emocional y su asociación con los esquemas desadaptativos tempranos en adolescentes que hayan mantenido al menos una relación de noviazgo. En este sentido, señalaban que algunas personas con dependencia en sus relaciones no lograron un apego seguro, lo cual relacionan al apego y desarrollo emocional, tal como lo expuso Bowlby (1951), citado en Urbiola y Estévez (2015). Además, en cuanto al género, las autoras establecieron que se desarrolló mayor dependencia emocional en los varones que en las féminas. Para las autoras, los participantes entre 16 y 17 años mostraron mayores patrones para parearse en relaciones románticas, lo cual se vincula a estilos de dependencia emocional.

Finalmente, las autoras manifestaron que las conductas de grandiosidad dadas en la adolescencia se vinculan a conductas evitativas de sentirse en soledad, para estas personas adolescentes una pareja ante otras personas era la representación de que son especiales. Las autoras, en su análisis, no hicieron distinción sobre la orientación sexual, lo cual hubiese sido ideal desde el enfoque representativo.

En esta investigación resultó medular para los análisis estadísticos el tema del apego. De acuerdo a la literatura revisada, para que un niño o niña pueda desarrollarse con un apego seguro requiere que sus padres, madres o personas cuidadoras le brinden los cuidados necesarios de forma inmediata, además del afecto y el contacto físico. Esto permite que en el futuro el infante pueda desarrollar relaciones interpersonales seguras (González y Paredes, 2017) y sin déficits emocionales, como es el caso del apego inseguro, cuya tendencia es a mostrar problemas de inseguridad, ansiedad, desconfianza y problemas de salud mental, entre otros (Momeñe y Estévez, 2018).

La presente investigación tiene como objetivo ampliar la mirada al modelo de familia no tradicional homoparental y sus procesos de crianza y apego. Parte de la literatura señaló que estas psicopatologías no solo se manifestarán en edades tempranas, sino que el infante, cuando llega a la edad adulta, puede presentar déficits en sus relaciones interpersonales y de pareja, problemas significativos de inseguridad, desconfianza y autoestima, entre otros (Bedoya et al., 2016). La capacidad de desarrollar apego saludable resulta tan preponderante en las etapas tempranas del infante que tendrá un impacto significativo en el desarrollo de su personalidad, o incluso, en algún trastorno o estilo de personalidad (Bowlby, 1998).

Por otro lado, a través de la evidencia empírica, el investigador observa que, por regla general, en la práctica del trabajo social clínico, el tema de la crianza en familias adoptivas despierta debates dicotómicos sobre las capacidades de estas familias para satisfacer las necesidades psicosociales de sus hijos/as de forma saludable y estable (Zuluga et al., 2019). Esto, debido a que se trasgrede la definición del modelo heterogéneo de familia tradicional compuesta por madre, padre e hijo/a (Zuluga et al., año). Se pudo apreciar que algunos autores favorecen la capacidad de desarrollar vínculos afectivos independientemente de la afinidad consanguínea entre el infante y sus figuras adoptivas, pero también se presentó esta mirada desde otro ángulo, en el cual se rechaza que familias no tradicionales reúnan los criterios para ser considerados como una familia constituida (Aranguri, 2018). Por otro lado, los roles tradicionalmente asociados al sexo masculino y femenino requieren que la familia homoparental se continúe estudiando, considerando que algunas líneas de investigación establecen que estas familias no atribuyen roles de género a sus integrantes, sino que predomina la flexibilidad colaborativa (Rodríguez y Varela, 2018).

Este tema es un desafío para el trabajo social clínico en Puerto Rico, ya que requiere de un análisis crítico de base científica que permita revisar paradigmas y reformular abordajes anacrónicos y vetustos para explicar si el bienestar integral del niño o niña se alcanza solo cuando queda a cargo de la familia biparental. Además, se espera apelar al interés de trabajadores sociales clínicos y otros profesionales de la conducta humana y salud mental por el desarrollo de marcos conceptuales que profundicen en el apego de infantes que son criados por familias homoparentales. Esto permitirá al campo clínico e investigativo prestar mayor importancia a describir las capacidades de la familia homoparental para promover apego seguro en sus hijos, independientemente de la orientación sexual. También se espera que se reconozca la necesidad de la elaboración de instrumentos de medición para la conceptualización e investigación del apego en familias no tradicionales, para potencializar la práctica clínica en la prevención de posibles psicopatologías, desarrollo de modelos de intervención y políticas sociales inclusivas, en vista que en la actualidad las existentes no se ajustan en pleno a los modelos de familias no tradicionales, ocasionando su invisibilidad (Arriagada, 2014).

El Departamento de la Familia (principal agencia del Estado, que cuenta con un gran número de profesionales en trabajo social bajo su sombrilla) tiene el poder de evaluar y pasar juicio sobre las capacidades de las familias homoparentales para adoptar y criar a sus hijos/as. Aunque los procesos de adopción en Puerto Rico también son llevados a cabo por agencias privadas, como Hogar Cuna San Cristobal y Casa Cuna. Por otro lado, la familia homoparental se ha posicionado desde el sistema sociopolítico, al lograr que el Estado le reconozca el derecho legal de adoptar sin que su tipo de familia sea un factor limitante. Al igual que en la familia tradicional, la homoparental debe poseer las capacidades y destrezas de cuidados inmediatos, afecto y protección para fomentar apego seguro en sus dependientes y prevenir el desarrollo de psicopatologías relacionadas al apego inseguro.

Los antecedentes presentados en este escrito permiten conceptuar que la familia homoparental que cría niños/as y adolescentes enfrenta a lo largo de la historia una serie de desafíos sociales, en ocasiones con implicaciones legales que en sus relaciones de familia que no ocurren en la familia tradicional biparental. Durante la revisión de los antecedentes sobre la familia homoparental y la tradicional, no se observaron funciones atribuidas exclusivamente a un tipo de familia, sino que ambas tienen la capacidad de adaptarse para contribuir al mantenimiento del núcleo como sistema. En este sentido, se observa que la familia homoparental no se encuentra ajena a los valores espirituales, ya sea mediante las prácticas religiosas u otras alternativas conforme a sus creencias.

Al momento de esta investigación no se logró encontrar suficiente evidencia científica que sustente que la familia homoparental carece de capacidades para desarrollar estilos de apego positivos. En este sentido, en Puerto Rico se pueden apreciar avances en las políticas sociales que promueven relaciones vinculantes entre adultos del mismo sexo y sus dependientes en la niñez, como es el caso de Ley 186 del 2009 (Figueroa, 2015). Finalmente, en los antecedentes encontrados se observa que más allá del tipo de familia, son las capacidades de cuidado, atención y afectividad las que predeterminaran las futuras relaciones de adolescentes basadas en apego seguro. Considerando estos hallazgos, esta investigación se plantea como objetivo describir el apego y el vínculo relacional en adolescentes entre 13 y 17 años criados/as por familias homoparentales.

Las preguntas de investigación planteadas fueron:1. ¿Cómo se describe el apego desarrollado por jóvenes entre 13 y 17 años criados/as en familias homoparentales en sus relaciones románticas?2. ¿Cómo se describe el apego desarrollado en jóvenes entre 13 y 17 años criados/as en familias homoparentales puertorriqueñas?

 

Metodología

El diseño de la presente investigación es de enfoque cuantitativo, ya que permite que se puedan medir las variables en el contexto puertorriqueño como predeterminado (Hernández-Sampieri et al., 2014). Se integró asimismo un diseño descriptivo de corte transversal.

La población de interés que conforma esta investigación es de adolescentes entre 13 a 17 años, bajo el cuidado de familias homoparentales, quienes fueron los participantes primarios. Para el estudio se requirió una muestra representativa de 30 adolescentes residentes en Puerto Rico, cuya muestra en el contexto puertorriqueño es representativa al tratarse de una investigación nobel. Las unidades muestrales se seleccionaron por conveniencia y reclutadas a través de la plataforma social Facebook.

Los participantes primarios, para poder participar, cumplieron con los criterios de: ser voluntario, estar bajo el cuidado de familias tipificadas mediante la definición de familia homoparental, tener entre 13 y 17 años, consentimiento informado completado y ratificado por personas cuidadoras principales (quienes eran los participantes secundarios), asentimiento completado y ratificado por los/as adolescentes, tener acceso a equipos electrónicos (celular, Tablet, computadora, y otros) e internet, y que residieran en Puerto Rico. Los criterios de exclusión fueron: tener una relación personal, familiar o profesional con el investigador. No se discriminó por asuntos de raza, color, origen social, condición social, ideas políticas o religiosas.

Las hojas de consentimiento informado y de asentimiento informado se utilizaron como parte de la investigación de forma fundamental por su relevancia con la protección y discusión de los derechos de los participantes y su participación estrictamente voluntaria, además de informar sobre los elementos de confidencialidad.

Se utilizó una planilla de datos demográficos, la cual permitió recopilar información relativa a edad, tipo de personas cuidadoras principales, nacionalidad y crianza puertorriqueña, orientación sexual, género con el que se identifican los/las participantes, escolaridad de los/las cuidadoras/es principales, afiliación espiritual y otros datos particulares de la familia. Esta información la completaron las personas cuidadoras principales de los adolescentes.

Para identificar el estilo de apego que presentaban los adolescentes se aplicó el Inventario de Apego en la Adolescencia (IAA), traducido y validado para población puertorriqueña por Santa (2009) del original, llamado Adolescent Attachment Inventory (AAI), desarrollado por Jiménez (2002), citado en Santa (2009). El Inventario de Apego en la Adolescencia, en su versión completa y validada en Puerto Rico, es un instrumento de auto-reporte que consta de (N=79) reactivos, en tipo de Escala Likert. Los reactivos pueden ser contestados en forma numérica, cuyas respuestas evalúan sobre cuán de acuerdo o en desacuerdo están con la aseveración presentada. El cuestionario se divide en 3 escalas: Apego a padres/madres o personas cuidadoras (N=26), Apego al grupo de pares (N=27), y Apego romántico (N=26). Además, el inventario tiene seis sub-escalas sometidas a un análisis de Alfa de Cronbach, que permitió validar la consistencia interna del instrumento: Ansiedad romántica (N=12), que obtuvo un coeficiente de .817; Evitación romántica (N=14), que obtuvo un coeficiente de .823; Ansiedad de padres (N=9), que obtuvo un coeficiente de .826; Evitación de padres (N=17), que obtuvo un coeficiente de .913; Ansiedad de pares (N=11), que obtuvo un coeficiente de .864; y Evitación de pares (N=16), que obtuvo un coeficiente de .914.

Considerando el contexto en que se lleva a cabo la investigación, es decir, pandemia por COVID-19, el cuestionario se administró virtualmente para minimizar riesgos de contagios. Cabe señalar que para esta investigación se utilizan las escalas de Apego a padres/madres o personas cuidadoras y Apego romántico, ya que son estas las escalas de interés para responder a las preguntas de investigación del estudio. El instrumento con las dos escalas seleccionadas para esta investigación es de (N=52) reactivos.

Respecto al procedimiento, una vez se recibió la aprobación del Institutional Review Board (IRB), se distribuyó la convocatoria en la página creada en la plataforma de Facebook. El primer paso consistió en orientar a las personas interesadas en participar que podían acceder directamente al enlace desde la promoción distribuida. Los/as padres, madres y cuidadores/as confirmaron primeramente a través del enlace los criterios de inclusión y exclusión cuyas preguntas fueron las únicas obligatorias del proceso de la investigación. Aquellos que no cumplieron con los criterios de inclusión, la plataforma psychdata.com automáticamente evitó que la persona continuara su participación. Luego de validarse los criterios de inclusión y exclusión, los cuidadores pasaron a la siguiente página donde se encontraba el Consentimiento Informado para autorizar la participación de los/as adolescentes. Previo a que los adolescentes comenzaran su participación, los cuidadores debieron completar las preguntas de datos sociodemográficos.

Si los/as cuidadores principales no autorizaban la participación de los adolescentes mediante el Consentimiento Informado, estos no podían participar. Si los cuidadores principales aceptaban participar mediante el Consentimiento Informado, la plataforma les comunicaba, luego de completar el perfil sociodemográfico, que a partir de ese momento serían los adolescentes quienes debían responder las próximas preguntas (el cuestionario) y a quienes se les presentó la alternativa de aceptar participar o no. Los adolescentes comenzaron su participación a partir del Asentimiento Informado. Para poder garantizar la confidencialidad de los participantes, el proceso de recolección de datos se generó mediante la plataforma psychdata.com, que protegió la identidad de las personas participantes sin requerir el uso de códigos numéricos u otros métodos de identificación (ya que el sistema no registra nombres ni la dirección de IP del sistema utilizado).

El procedimiento de aplicación y calificación, de acuerdo con Santa (2009) y adaptado a la muestra de la presente investigación, fue que los participantes eligieron su lugar de preferencia para responder el cuestionario y podían decidir dónde y cuándo responder el cuestionario durante el tiempo de duración de la investigación. Las personas participantes calificaron las aseveraciones del cuestionario de acuerdo a la respuesta que consideraban correcta, entre las alternativas completamente en desacuerdo, neutral y completamente de acuerdo.

 

Resultados y discusión

A continuación, se presentan los resultados obtenidos del análisis estadístico, partiendo del desglose del objetivo, preguntas de investigación y la descripción en cuanto a las variables de las capacidades de vínculos de apego en adolescentes criados por familias homoparentales.

 

Resumen del Perfil Sociodemográfico

En los resultados de la Tabla 1 se puede observar que de los 30 adolescentes que participan en la investigación la orientación sexual de los cuidadores principales que más predomina es homosexual (50%), lo cual indica que un alto porcentaje de los adolescentes son criados por cuidadores varones que tienen atracción sexual solamente hacia otros hombres. En segundo lugar, se encuentran las cuidadoras principales de orientación sexual lesbiana (33.3%), por lo que los adolescentes se encuentran bajo el cuidado de una figura biológicamente femenina y que no tienen interés en integrar una figura masculina, desde el vínculo amoroso, para cuidar de sus adolescentes. En familias homoparentales puertorriqueñas, los resultados muestran que los adolescentes criados en familias de orientación bisexual constituyen la tercera mayoría en términos de representación, con un porcentaje del 16.7% dentro de los diversos tipos de familias homoparentales.

Por otro lado, se pudo identificar que la mayoría de los cuidadores afirman que sus adolescentes se auto perciben como masculinos (50%), seguido por los cuidadores que prefieren no responder a esa pregunta (33.3%). Finalmente, el 16.7% de los cuidadores señalan que entienden que sus adolescentes se autodefinen como femeninas. Esta información permite interpretar que en las familias homoparentales se mantiene el binomio del masculino y el femenino como los modelos hegemónicos en cuanto al género, pese a que existen otras clasificaciones que se consideran más inclusivas.

En cuanto al vínculo de los adolescentes con los cuidadores, se puede observar que la mayoría de los adolescentes (50%) no son criados por progenitores, esto indica que la mayoría de las familias homoparentales son constituidas por jefes y jefas de familia cuya relación con los adolescentes que crían es mediante la vía legal o acuerdos intrafamiliares o informales. Esta información es preponderante ya que indica que los adolescentes alcanzan su última etapa de la adolescencia bajo el cuidado del modelo de familia homoparental.

Desde el enfoque espiritual, se observa que el 83.3% de las familias practican el cristianismo dentro de sus preferencias espirituales. Una minoría, representada por el 16.7%, indica no tener ninguna afiliación espiritual, incluyendo el cristianismo. Estos datos señalan que las familias homoparentales no consideran el cristianismo como un adversario a su estilo de vida homoparental, sino que lo practican como su preferencia.

 

Tabla 1

Resumen del perfil sociodemográfico

Ítem

Datos sociodemográficos

Frecuencia

Por ciento

Orientación sexual de los cuidadores principales

Homosexual

Lesbiana

Bisexual

15

10

5

50.0

33.3

16.7

Género con el que se identifica el adolescente

Masculino

Femenino

Prefiero no responder

15

5

10

50.0

16.7

33.3

Edad de los adolescentes

15

17

10

20

33.3

66.7

Parentesco

Mamá biológica

Papá biológico

Otra familia homoparental

10

5

15

33.3

16.7

50.0

Nacionalidad puertorriqueña de los adolescentes

30

100.0

Zona geográfica

Norte

Este

Oeste

Área Metropolitana

10

10

5

5

33.3

33.3

16.7

16.7

Zona geográfica

Norte

Este

Oeste

Área Metropolitana

10

10

5

5

33.3

33.3

16.7

16.7

Cuidadores que nacieron en
Puerto Rico

Solo uno/a de los/as dos

25

5

83.3

16.7

Escolaridad de los cuidadores principales

Grado técnico o asociado

Maestría

10

20

33.3

66.7

Escolaridad de los cuidadores principales

Grado técnico o asociado

Maestría

10

20

33.3

66.7

Afiliación espiritual

No

25

5

83.3

16.7

Tipo de afiliación

Práctica cristiana

N/A

25

5

83.3

16.7

N= 30

Fuente: IBM Corp. (2020)

 

Sub escalas sobre apego ansioso romántico y evitativo romántico

En las Tablas 2 y 3 se analizan los resultados de la primera escala del instrumento principal (relaciones románticas). Esta escala permite describir el apego de los adolescentes en sus relaciones mediante dos subescalas (ansioso romántico y evitativo romántico). En ambas tablas se indica la prevalencia de las conductas de apego en las relaciones románticas de los adolescentes

 

Tabla 2

Sub escala de apego ansioso romántico en adolescentes

Inclinación de las conductas de apego

Frecuencia

Por ciento

Conductas de apego ansioso

5

16.6%

Neutral

5

16.6%

No prevalecen conductas de apego ansioso

20

66.6%

Totales

30

100.0%

Fuente: IBM Corp. (2020)

 

Tabla 3

Sub escala de apego evitativo romántico en adolescentes

Inclinación de las conductas de apego

Frecuencia

Por ciento

Conductas de apego evitativo

-

0%

Neutral

10

33.3%

No prevalecen conductas de apego evitativo

20

66.6%

Totales

30

100.0%

Fuente: IBM Corp. (2020)

 

Subescalas sobre apego evitativo y ansioso a cuidadores principales

En las tablas 4 y 5 se analizan los resultados de la segunda escala del instrumento principal (Conductas de apego a cuidadores principales). Esta escala permite describir mediante dos subescalas (Conductas de apego evitativo y ansioso a cuidadores) el apego de los adolescentes en sus relaciones objetales. En ambas se indica la prevalencia de las conductas de apego de los adolescentes con sus cuidadores homoparentales.

 

Tabla 4

Sub escala de apego evitativo a cuidadores principales

Inclinación de las conductas de apego

Frecuencia

Por ciento

Conductas de apego evitativo

-

0%

Neutral

-

0%

No prevalecen conductas de apego evitativo

30

100.0%

Totales

30

100.0%

Fuente: IBM Corp. (2020)

 

Tabla 5

Sub escala de apego ansioso a cuidadores principales

Inclinación de las conductas de apego

Frecuencia

Por ciento

Conductas de apego ansioso

-

0%

Neutral

15

50.0%

No prevalecen conductas de apego ansioso

15

50.0%

Totales

30

100.0%

Fuente: IBM Corp. (2020)

 

 

Análisis de escala de apego romántico

La subescala de Apego romántico ansioso (Tabla 2) contiene 12 reactivos, es la primera subescala completada por los adolescentes. El 66.6% de estos no evidenciaron conductas de apego ansioso en sus vínculos románticos. Mientras, el 16.6% de los adolescentes se inclinan a la neutralidad. De igual manera, el restante 16.6% perfilaron conductas de ansiedad en sus relaciones románticas. Estos resultados indican que en un porcentaje estadísticamente significativo los adolescentes criados en familias homoparentales no presentan conductas de ansiedad en sus relaciones románticas.

La subescala de Apego romántico evitativo (Tabla 3) contiene 14 reactivos. El 66.6% de los adolescentes no presentan conductas de evitación en sus relaciones románticas. Mientras, el restante 33.3% de los adolescentes se inclinan a la neutralidad. Cabe señalar que no hay participantes en los que prevalecieran conductas de evitación en sus relaciones románticas. Estos datos indican que no se identifica en los adolescentes conductas de apego evitativo romántico estadísticamente significativas.

 

Análisis de escala de apego a cuidadores principales

La subescala de Apego evitativo a cuidadores principales (Tabla 4) contiene 18 ítems. El 100% de los adolescentes no evidencian conductas estadísticamente significativas de evitación en sus vínculos con sus cuidadores homoparentales. Estos datos indican que en adolescentes criados por personas de la comunidad LGBT+ no perfilan conductas de evitación en sus vínculos con sus figuras ejecutivas.

La subescala de Apego ansioso a cuidadores principales (Tabla 5) contiene ocho reactivos. El 50% de los adolescentes indican que no se identifican con ninguna de las premisas sobre situaciones con sus cuidadores que los lleve a experimentar conductas de ansiedad en sus vínculos con sus figuras primarias. Mientras, el restante 50% de los adolescentes se inclina a la neutralidad. Estos datos indican que la subescala presenta una mayoría estadísticamente significativa de inclinaciones afirmativas, en las que prevalecen respuestas aisladas de conductas de ansiedad en sus relaciones parentales.

Finalmente, entre las subescalas de Apego romántico no se identifican incongruencias estadísticamente significativas. Sin embargo, en los reactivos específicos entre las subescalas de apego a cuidadores se observa que a pesar que los adolescentes afirman sentirse aceptados por sus cuidadores principales en la subescala de Apego evitativo, en la subescala de Apego ansioso a padres indican tener temor a ser rechazados por estos, lo cual se contrasta con los datos sociodemográficos donde una segunda mayoría de los cuidares principales se inclina a no adjudicarle un género a los adolescentes.

 

Discusión

La presente investigación busca describir el apego y el vínculo relacional en adolescentes entre 13 y 17 años criados/as por familias homoparentales puertorriqueñas. Los resultados se evalúan de acuerdo a tres tipos de respuestas principales; 2 respuestas parciales (completamente de acuerdo y completamente en desacuerdo) y una respuesta imparcial o sin opinión afirmativa (neutral).

La investigación se llevó a cabo con una muestra de 30 adolescentes criados por familias homoparentales. El 50% de los adolescentes se encuentran bajo el cuidado principalmente de hombres con orientación homosexual. A partir de estos datos, se puede observar que existe una mayor propensión de los hombres homosexuales a desempeñarse como cuidadores principales de los adolescentes. La edad que predominaba en los adolescentes es de 17 años, lo cual resulta importante debido a que los adolescentes se encuentran cerca de cumplir su mayoría de edad y comienzan una nueva etapa de vida con una personalidad definida que se ha nutrido de los valores inculcados por su familia homoparental.

Dentro del análisis descriptivo se encuentra que la mitad de los cuidadores principales de los adolescentes no eran sus padres biológicos, esta información resulta relevante debido a que se puede conocer la calidad del apego de adolescentes ante la ausencia de sus padres biológicos, reconociendo el impacto que puede ocasionar experiencias de divorcio en el desarrollo del apego en adolescentes. Mancilla (2020), luego de una investigación en México, con el objetivo de analizar el desarrollo del apego en niños de padres divorciados, asegura que un menor de edad que se crie con un solo cuidador no es determinante para apego inseguro, como es el caso del apego evitativo y el apego ansioso. De esto se distancia Aranguri (2018), quien indica que la familia monoparental y la familia homoparental no son consideradas como familias constituidas, aunque, coincidiendo parcialmente con Valdés (2018), expone que aunque no es determinante la familia monoparental, sí puede ser un factor de riesgo. Esta investigación valida el argumento de Mancilla, al observarse que los adolescentes se inclinan a presentar conductas relacionadas al apego seguro.

De acuerdo a los datos sociodemográficos de la presente investigación, la mitad de los cuidadores afirman que sus adolescentes se consideran bajo el género masculino, pero también hubo un porcentaje alto que se abstuvo de especificar algún género. Esta información llama la atención desde la mirada de paradigmas de inclusión y el respeto a la diversidad con relación a roles de género, pues se interpreta que estos cuidadores son cautelosos con utilizar etiquetas con sus adolescentes. Eso puede reflejar que en sus familias predomina un ambiente libre de imposiciones del género.

El 100% de los adolescentes participantes en esta investigación son criados bajo la influencia de la cultura puertorriqueña, y la mayoría fuera de la zona metropolitana. Estos datos son importantes al entenderse que zonas, como el área metropolitana, son áreas de mayor desarrollo socioeconómico, sin embargo, representa, para efectos de esta investigación, la zona de menor interés para que las familias homoparentales se constituyan, en comparación a las zonas de mayor perfil rural. Por otro lado, el que la mayoría de los cuidadores principales hayan nacido en Puerto Rico es importante desde los paradigmas interculturales y la transmisión intergeneracional de la crianza y el apego de los cuidadores hacia sus adolescentes, dado que los adolescentes solo responden a la cultura puertorriqueña y no experimentan una ambivalencia cultural que dificulte su adaptación y ajuste.

En esta investigación, todos los cuidadores completaron grados superiores a la educación básica en Puerto Rico (cuarto año de escuela superior). Estas estadísticas reflejan que los adolescentes se crían por figuras principales con niveles cognoscitivos avanzados. Es un dato importante al momento conocer el modelaje que reciben los adolescentes por parte de sus cuidadores respecto a factores de progreso personal y profesional, ya que la preparación académica permite maximizar las destrezas cognoscitivas de los seres humanos. Además, de acuerdo a los resultados de esta investigación, se interpreta que son las personas con mayor preparación académica quienes posiblemente tuvieron mayor accesibilidad al estudio y/o mostraron mayor interés e importancia a su participación.

Por otro lado, el hecho de que la mayoría de los cuidadores practiquen el cristianismo es de suma importancia, ya que gran parte de los argumentos en oposición a la familia homoparental provienen precisamente de algunos grupos del sector religioso conservador y fundamentalista, quienes cuentan con portavoces que fomentan el prejuicio y el estigma contra la familia homoparental (Guarín et al., 2020). Sin embargo, en esta investigación se identifica que las familias homoparentales no consideran el cristianismo como un antagonista a sus intereses y/o estilo de vida homosexual o viceversa, sino, al contrario, es el cristianismo la práctica espiritual predilecta y con la cual se sienten identificados.

Según se mencionó previamente, el Inventario de Apego en Adolescentes (Santa, 2009), utilizado en este estudio, estuvo compuesto por dos escalas (apego romántico y apego a padres/cuidadores principales) en escala tipo Likert. A su vez, estas dos escalas cuentan con cuatro sub-escalas: ansiedad romántica/evitación romántica y ansiedad de padres/evitación de padres.

Se presenta a continuación un análisis de los resultados de las escalas, con análisis de la literatura y las investigaciones anteriores respecto de las subescalas sobre el Apego ansioso romántico, que forma parte de la escala de Relaciones románticas. Se puede observar que a través de la literatura el tipo de apego ansioso es definido como un estilo de excesiva preocupación ante el miedo de ser abandonados y profundo deseo de intimidad (George et al., 1985; Hazan y Shaver, 1987; Bartholomew y Horowitz, 1991). Sin embargo, Pacheco y Ventura (2009), citado en Toloza y Sampayo (S.F.), van más allá e integran el aspecto de la psicopatología, al manifestar que los trastornos de apego ansioso pueden ser mucho más alarmantes, pues a través del tiempo, quienes lo padecen, pueden desarrollar otros cuadros clínicos, como ansiedad y depresión, en ocasiones con necesidad de hospitalizaciones psiquiátricas. Los resultados evidencian que los adolescentes criados en familias homoparentales no muestran déficits en el vínculo relacional en sus relaciones románticas. El apego por separación, de acuerdo al DSM-V, es clasificado como uno de los trastornos de mayor prevalencia antes de llegar a los 12 años (González, 2019). Según los ítems que recolectan esta información no existe este problema en los adolescentes.

Al analizarse las variables de la subescala del Apego ansioso la mayoría de los adolescentes no se sienten preocupados por ser abandonados por su pareja, y tampoco presentan preocupaciones estadísticamente significativas sobre sus relaciones románticas. Este hallazgo puede significar posible ausencia de violencia intrafamiliar en las familias estudiadas, de acuerdo al hallazgo de Alzuri et al. (2019). Este concluyó que los adolescentes testigos de violencia intrafamiliar que provenían de una familia biparental (tradicional), además de haber puntuado medidas medianas-altas en ansiedad, presentan trastornos mentales, siendo testigos principalmente de violencia psicológica.

De acuerdo a Guerrero (2019), en un estudio realizado con adolescentes concluyó que la ansiedad ante el abandono tiene incidencia al momento de relacionarse románticamente. En la presente investigación no se sintieron identificados con respecto a percibirse preocupados de que su novio/novia no les quiera tanto como ellos les quieren. Sin embargo, sí afirmaron que con frecuencia desean que los sentimientos de su novio/novia hacia ellos sean tan fuertes como los suyos hacia él/ella. Esto, hasta cierto punto, hace sentido con lo establecido por Hueche et al. (2019) en referencia a que los adolescentes presentan dificultad para expresar sus sentimientos.

En el tipo de apego ansioso romántico se prestó atención a la posibilidad de dependencia emocional, que puede verse manifestada en la necesidad de fusionarse con frecuencia con su novio/a, al punto de que esto pueda asustar a la pareja y se aleje. En los hallazgos encontrados no se identificó este problema. Un poco distanciado de estos resultados, según Rebaza (2021), este nivel de codependencia se puede apreciar mayormente en mujeres y en varones con características adicto-fílicas. Esta investigación encontró que los adolescentes perciben a sus parejas en las relaciones románicas como un recurso de apoyo emocional, pero de igual manera rechazan la necesidad de dependencia emocional.

Flores et al. (2021) afirmaron que la manera en que los adolescentes manejen sus relaciones románticas, las opiniones que reciben de su pareja, la influencian guarda relación con la forma en que estos resuelven los conflictos con sus cuidadores principales. En este estudio los adolescentes afirmaron que las respuestas de desaprobación de sus parejas no les provocan sensaciones conflictivas o que les causen malestar emocional.

En otro estudio, realizado por Camps et al. (2014), con el objetivo de conocer la relación entre apego y psicopatología en adolescentes con historial de maltrato intrafamiliar, los autores encontraron que adolescentes con historial de maltrato presentan mayor prevalencia de apego evitativo. Según se evidenció en su investigación, los adolescentes mostraron tendencia a evitar las relaciones afectivas prefiriendo las relaciones a distancia. Por el contrario, en la presente investigación los adolescentes presentan importancia por la aproximación a su pareja y diversas situaciones románticas, aunque no se explora sobre dinámicas de violencia intrafamiliar.

En palabras de Chaiña (2018), tras una investigación realizada con 420 adolescentes en Perú, no existe relación entre el apego con la madre y el padre, y la relación romántica de los jóvenes. Mientras, Gómez (2021) difiere de Chaiña, y coincide con gran parte de la literatura, que afirma que el tipo de apego presentado en las relaciones románticas se ha perpetuado a lo largo de la vida de la persona desde su niñez. La presente investigación no estudia el apego de los cuidadores principales desarrollado en su niñez, sin embargo, hay una clara identificación en que las conductas de apego que predominan en los adolescentes son propias del apego seguro.

Según Flores et al. (2021), en las relaciones románticas modernas entre adolescentes no siempre existe un vínculo de apego. Además, los autores también afirmaron algunos factores que inciden en sus relaciones, como, por ejemplo: autonomía, el manejo de la aceptación, decisión y pensamiento independiente. Estos factores se encuentran en los adolescentes de la presente investigación, quienes en su mayoría no afirman que le cuenten casi todo a su novio/novia. Sin embargo, correspondiente a esta dimensión, los adolescentes evidencian flexibilidad, pues en otros aspectos afirman que usualmente discuten sus problemas y preocupaciones en sus relaciones románticas. Estos resultados muestran que, en lugar de producirles ansiedad, saber que cuentan con la cercanía emocional de su pareja, les facilita el acercamiento emocional.

Por el contrario, en una investigación realizada por Rodríguez et al. (2021) sobre las construcciones sociales y actitudes hacia el enamoramiento en la adolescencia se encontró que los jóvenes normalizan y asocian conductas en el noviazgo, que causan sufrimiento, como benévolas. Distinto a la muestra de Rodríguez, los adolescentes de la presente investigación no identifican conductas que les pueda causar sufrimiento emocional. Contrario a lo anterior, le brindan importancia al apoyo de su pareja.

Varios estudios establecen que la inteligencia emocional en los adolescentes impacta en general y de forma significativa la vida de estos (Rollón, 2020). El manejo emocional, identificar y expresar estas emociones desde el apego evitativo en las relaciones románticas se detalla en la literatura, indicando que los adolescentes pueden reflejar déficits que provocan distanciamiento de otras personas (Garrido, 2006). De hecho, una de las emociones que más presentan ante el apego evitativo es la desconfianza, pero en la presente investigación se observa que los adolescentes en momentos de necesidad sienten que recurrir a su novio/novia les ayuda.

En el transcurso del desarrollo de los adolescentes, la forma en que se vinculan con sus cuidadores principales va a determinar su estabilidad o fracaso socio-afectivo (Quispe y Flores, 2018). Esta vinculación entre los cuidadores y los adolescentes a lo largo de su desarrollo es crucial en el estilo de apego a desarrollarse (López, 2019). Además, aunque el apego generalmente es mirado en la infancia, para los adolescentes la necesidad de una figura de apego también se considera importante y relevante (Morán y Martínez, 2019). Para poder explicar la calidad del vínculo entre los cuidadores y los adolescentes, los resultados de las escalas relacionadas al apego de padres evidencian que la familia homoparental responde satisfactoriamente al vínculo afectivo de los adolescentes. Esto es congruente con lo establecido por Moreno (2019), al afirmar que no existen diferencias ni en el desarrollo intelectual ni el socio-afectivo de los menores, tampoco se encuentran diferencias en la identidad de género y en la orientación sexual.

Según un estudio de Morán y Martínez (2019), adolescentes con mayor rabia hacia sus cuidadores puede manifestarse a través de su autoestima. Con relación a este estado de ánimo y el apego con sus cuidadores se encontró que los adolescentes no evidenciaron una clara postura respecto al enojo cuando a sus cuidadores no les gusta algo de ellos. Sin embargo, al analizarse junto a otras respuestas que complementan el sentir de los adolescentes, se encontró que el 100% de los adolescentes se inclinó a afirmar que disfrutan cuando pasan tiempo con sus cuidadores. Esto lleva a indicar que la calidad del tiempo que pasan juntos los cuidadores y los jóvenes es usualmente agradable, lo cual favorece el factor de autoestima. El rencor, de acuerdo a la literatura, está estrechamente relacionado a la inteligencia emocional (Rollón, 2020).

Una de las principales características de la manifestación del apego evitativo con los cuidadores principales es que el adolescente no percibe a su figura principal como una fuente de apoyo, protección y cuidado (García et al., 2019). Mientras que, en la presente investigación, no se encuentran criterios estadísticamente significativos que afirmen que la familia homoparental sea un factor de riesgo en cuanto al apego evitativo de padres.

Suárez et al. (2019) realizaron una investigación con el propósito de identificar si existe asociación entre el riesgo suicida y el apego parental, se concluyó que el 1.7% de los jóvenes presentaban apego evitativo y apego negativo por parte de las figuras principales, y está asociado a un alto riesgo suicida, mientras que en casos de apego positivo el riesgo suicida es menor. Por otro lado, y de forma similar, Leiva y Landeros (2019), en un estudio para conocer la relación entre las autolesiones no suicidas y el estilo de apego con 186 adolescentes en Chile, pudieron concluir que hay relación entre adolescentes con tendencia a autolesionarse y la crianza con apego inseguro. En cambio, este mismo estudio encontró que la mayoría de los adolescentes (98.9%) se vinculan satisfactoriamente con sus figuras primarias. Este resultado coincide con lo observado en la presente investigación, donde los adolescentes indican que se sienten cómodos cuando están con sus cuidadores. Además, no evidencian conductas de evitación cuando afirman sentirse cómodos recurriendo a sus cuidadores cuando están en problemas.

En la presente investigación se observa que los adolescentes se sienten satisfechos con el nivel de protección cuando están con sus cuidadores principales. Sin embargo, Quispe y Flores (2018) realizó un estudio con el objetivo de determinar la relación entre los lazos parentales y las variables sociodemográficas en los estudiantes de un centro pre-universitario, y concluyó que los padres biológicos eran considerados más sobreprotectores que otros cuidadores primarios. Esta comparación es importante, considerando que la mayoría de los cuidadores principales no son los padres biológicos de los adolescentes, de modo que permite describir el apego en vínculos no consanguíneos. De otro lado, Tula (2021) afirmó en una investigación con adolescentes de colegios estatales de Ayna San Francisco Ayuso, que aquellos que tienen mayor seguridad presentan mayor dependencia emocional, sin embargo, la presente investigación no confirma este planteamiento.

Se puede observar que la literatura converge en que la distancia emocional es bastante común en adolescentes que presentan problemas de apego evitativo (López, 2019). Cuando se observa esto desde la presente investigación se resalta que los adolescentes, por el contrario, disfrutan hablar con sus cuidadores. De acuerdo a Bowlby (1998), los niños van desarrollando sus vínculos de apego comenzando con las figuras que sean constantes en brindarles los cuidados y atenciones demandadas por el menor de edad. De igual modo, Bolwby (1998) también expuso que la interacción entre las conductas de apego del menor y las respuestas de su cuidador primario van a permitir que el adolescente desarrolle finalmente un tipo de apego específico. Las propuestas de Bolwby pueden ser apoyadas por la presente investigación, al identificarse que los adolescentes afirman sentir confianza, buena comunicación y aceptados por sus cuidadores principales. De igual forma, se comprueba que el apego seguro que desarrollan con su familia homoparental trasciende al mantenimiento de relaciones románticas con vínculos saludables.

El apego de los adolescentes que participan de la presente investigación, desde la mirada de la Teoría de Relaciones Objetales de Klein (1932), apoya lo propuesto por la autora, al establecer que el apego seguro es caracterizado por el sentimiento de seguridad del menor de edad ante la recepción de los cuidados constantes de sus cuidadores principales. Precisamente, la inclinación de los adolescentes, en la presente investigación, para cada reactivo sobre la experiencia en la convivencia con los cuidadores, se basa en sensaciones de seguridad y confianza hacia estos.

Uno de los resultados clave de esta investigación son los análisis de diversos autores respecto al apego inseguro y sus variables, que no se logran palpar en los adolescentes de la presente investigación, tanto en sus relaciones románticas como en la relación con sus cuidadores principales. La presente investigación identifica que los adolescentes que se crían con familias homoparentales no muestran limitaciones referentes al apego en la capacidad de vincularse románticamente y en sus relaciones filiales con sus cuidadores principales. De igual forma, los adolescentes tienen claridad de sus emociones y no muestran patrones desadaptativos de evitación o ansiedad frente a los acercamientos de sus relaciones románticas y sus cuidadores.

Los datos encontrados son coherentes con la literatura revisada sobre el estilo de crianza, las conductas de apego y la familia homoparental en los adolescentes que no evidencian la existencia de diferencias en la capacidad intelectual, socioafectiva y de identidad de género y orientación sexual (Moreno, 2019). Algunos factores de vínculos saludables se relacionan a que los cuidadores estén disponibles para satisfacer las necesidades y conductas de apego de los jóvenes satisfactoriamente (Rollón, 2020). Por otro lado, en los resultados se identifica incongruencia entre las subescalas de Apego a cuidadores, en cuanto a temor de los adolescentes a sentirse rechazados por sus cuidadores, a la vez que afirman sentirse aceptados por estos. En el transcurso de la revisión de la literatura se identificó que estas familias enfrentan desafíos sociales como el rechazo, prejuicios, burlas, entre otros, por lo que los adolescentes también reciben el impacto de estos desafíos como parte de los daños colaterales en las familias homoparentales ocasionados en la sociedad (Placeres et al., 2017). En este caso, el miedo al rechazo puede estar más relacionado a una respuesta por la marginación social de la que son conscientes que por rechazo de sus cuidadores.

 

Conclusiones

En el proceso de desarrollo del ser humano y en la transición de la adolescencia a la adultez, la manifestación del apego trasciende al núcleo familiar e impacta de igual forma las conductas de apego comenzadas en la infancia (Bowlby, 1998). Partiendo de los resultados de esta investigación se concluye que la primera pregunta del estudio, que responde a la escala de apego romántico: ¿Cómo se describe el apego desarrollado por jóvenes entre 13 y 17 años criados/as en familias homoparentales en sus relaciones románticas? Confirma que la percepción de los vínculos románticos de los adolescentes se inclina al perfil de apego seguro. Esta conclusión se evidencia al no prevalecer rasgos de apego tipo evitativo o ansioso romántico y al identificarse que una gran mayoría de los adolescentes se aislaron de los reactivos de apego de evitación y ansiedad. Por el contrario, presentan capacidad para la aproximación romántica y no evidencian indicadores de respuestas de alteración psicosocial respecto a la separación romántica pero sí todo lo contrario.

En cuanto a los resultados obtenidos sobre la escala del Apego a cuidadores, en relación a la segunda pregunta de la investigación: ¿Cómo se describe el apego desarrollado en jóvenes entre 13 y 17 años criados/as en familias homoparentales puertorriqueñas? Se concluye, en contrastarse con la literatura científica, que los adolescentes criados en familias homoparentales sí pueden desarrollar apego seguro independientemente de la orientación sexual de sus cuidadores principales. Esta investigación valida los resultados de gran parte de la literatura aquí reseñada que apoyan la crianza homoparental y que consideran las familias del mismo sexo con la capacidad para el desarrollo de apego seguro mediante sus cuidados. Esto, debido a que los participantes son consistentes al indicar sentimientos de seguridad, confianza, apoyo y disfrute con sus cuidadores. Además, una mayoría estadísticamente significativa y contundente de los participantes no se identifican con la mayoría de los reactivos que describen conducta de ansiedad y evitación en las relaciones parentales. Estos resultados llevan al investigador a concluir que el apego no radica en la orientación sexual de los cuidadores, sino en la capacidad de estos de proveer los cuidados y atenciones constantes e inmediatas ante las conductas de apego de niños y adolescentes.

Las conclusiones de esta investigación concuerdan con estudios como el de Chacón et al. (2004) con 28 familias homoparentales en España, en el que se encontró que estas familias no influencian de forma negativa en la identidad de género o en la orientación sexual de los adolescentes. De igual forma, estos resultados también permiten concluir que los adolescentes de esta investigación cuentan por parte de sus cuidadores con confianza, aceptación y disponibilidad, al interpretarse de acuerdo a los resultados que satisfacen responsablemente las conductas de apego de los jóvenes (Lacasa y Muela, 2014). Además, se puede concluir que hay contraste en los vínculos parentales y románticos de los adolescentes al no haber disparidad entre las conductas de apego, sino que responden satisfactoriamente a ambos vínculos.

Los hallazgos de esta investigación apoyan las generalizaciones de autores como Rodríguez y Varela (2018) y Castaño et al. (2018), quienes en sus investigaciones afirmaban que las familias homopranetales no presentan deficiencias o alteraciones psicosociales que afecten el desarrollo de apego seguro en sus hijos. Estas convergencias se pueden observar al no identificarse que los participantes de la presente investigación inclinan sus respuestas a conductas de apego inseguro tipo evitativo o ansioso, sino que se inclinan a conductas asociadas a apego seguro. De igual manera, la presente investigación también converge con las conclusiones de Arzola (2020), quien afirmó desconocimiento sobre las dinámicas de la familia homoparental, pues autores como Aranguri (2018) rechazan sin evidencia científica lo suficientemente robusta que la familia homoparental pueda considerarse como una familia constituida. La presente investigación invalida el posicionamiento de Aranguri (2018), al observarse que la muestra de la investigación no evidencia diferencias en los vínculos de apego en comparación a familias biparentales.

Se concluye que la presente investigación logra cumplir con el objetivo establecido. En efecto, se ha podido describir el apego y el vínculo relacional en adolescentes entre 13 y 17 años criados/as por familias homoparentales en el contexto puertorriqueño. Esto permite que futuras investigaciones sobre este tema poco estudiado tengan una base científica para nuevas aportaciones para el campo investigativo, desarrollo de políticas sociales y públicas y para el trabajo social clínico y otras disciplinas con competencias en el campo de la conducta humana y salud mental.

 

Limitaciones y líneas futuras de investigación

El presente trabajo tiene una serie de limitaciones que deben tomarse en cuenta. Primeramente, la muestra se conforma por 30 adolescentes cuyas figuras principales son profesionales con estudios avanzados en su gran mayoría, lo cual dificulta la generalización de los resultados. Por otro lado, la investigación se llevó a cabo completamente de forma virtual, lo cual pudo incidir en la participación tanto de los cuidadores como de los adolescentes, ya que se requería que ambas partes pudieran estar juntas para que primero participara el adulto y luego el adolescente. Esto puede percibirse como amenazante por el participante y provocar no querer participar o permitir la participación de los adolescentes traduciéndose en menor participación. Igualmente, el cuestionario puede considerarse por algunos participantes como muy extenso y provocar que se retiraran antes de completar el mismo.

Los datos sociodemográficos evidencian que un 67% de los cuidadores de los adolescentes participantes poseen el grado de maestría. Estos hallazgos representan un sesgo en cuanto al factor económico debido a que en los resultados de esta investigación se limita la generalización de los resultados, pues no se pudo interpretar si estos resultados son reflejo de familias homoparentales con poca educación escolar o educación básica. Resultaría altamente recomendable que a futuro se lleven a cabo líneas de investigación que incluyan familias homoparentales con todos los niveles de educación, y así conocer si esta variable puede manipular otras variables dependientes como el tipo de apego.

El tema de la espiritualidad de la muestra fue otro de los hallazgos de mayor interés para el investigador, al observarse que el 83% de los cuidadores afirman considerarse cristianos. Este es un dato que merece continuidad para estudiarse, ya que en la literatura revisada se destaca que las familias homoparentales son víctimas de opresión por algunos obispos y pastores (Rodríguez, 2013). Sin embargo, no se observan divergencias o convergencias entre los hallazgos y la literatura revisada, pues no se encontró literatura donde se haya estudiado la espiritualidad en las familias homoparentales puertorriqueñas. Por otro lado, el que los cuidadores en su mayoría no fueran padres ni madres biológicos de los adolescentes puede resultar en una posible limitación, pues sería recomendable que futuras líneas de investigación puedan segregar por parentesco el vínculo relacional.

El tipo de apego desarrollado en la crianza de los cuidadores no fue parte de las variables estudiadas en esta investigación, lo cual hace que se presente como una posible limitación para poder contrastar la transmisión intergeneracional del apego. Sin embargo, en investigaciones futuras es recomendable que en estudios cuantitativos correlacionales se pueda estudiar si el apego de los cuidadores en la familia homoparental guarda relación con el apego que hayan desarrollado sus adolescentes.

Se entiende que esta investigación, de acuerdo al objetivo establecido y preguntas de investigación, es la primera en llevarse a cabo en Puerto Rico. De igual forma, no se encontró estudios que hayan utilizado el Inventario de Apego en Adolescentes (Santa, 2009), utilizado en esta investigación como instrumento principal. El mismo se validó preliminarmente en el 2009 en Puerto Rico y no tuvo continuidad en estos últimos 13 años. Esto limita e implica que no se pueda comparar con otras investigaciones que hayan utilizado el mismo instrumento. Además, la identificación de los participantes fue principalmente por conveniencia en la plataforma social de Facebook, lo cual conlleva a que el investigador presente dificultad para el control de aspectos como no comprender correctamente el ítem y no responder con la correcta interpretación y asegurar que los adolescentes tuvieran un espacio privado para participar.

Estos resultados permiten que futuras investigaciones sobre este tema poco estudiado tengan una base científica para nuevas aportaciones para el campo investigativo, desarrollo de políticas sociales y públicas y para el trabajo social clínico y otras disciplinas con competencias en el campo de la conducta humana y salud mental. Por tanto, sería interesante y recomendable que se pueda llevar a cabo esta investigación con familias heterosexuales permitiendo así nuevas comparaciones. De igual forma, se recomienda extender esta investigación a metodologías cualitativas que permitan darle voz desde este enfoque a las familias homoparentales e incluso se considera que el campo investigativo se puede nutrir de estudios correlaciones sobre el tema de apego que puedan correlacionar variables como: apego en la familia homoparental y la biparental, apego desarrollado en padres/madres homoparentales y su correlación en menores que criados por estos.

Por otro lado, y considerando que hasta el momento es el único instrumento de apego validado en Puerto Rico, sería recomendable promover la creación de nuevos instrumentos de medición que incluyan todos los subtipos de apego inseguro, dirigidos a poblaciones adultas para medir el apego en sus relaciones románticas, y finalmente, instrumentos diagnósticos sobre el apego, tanto para adolescentes por encontrarse en el desarrollo de su personalidad como para adultos, que permitan identificar los factores específicos de apego inseguro que presenten en sus relaciones, lo cual facilitaría la conceptualización de planes de tratamientos.

 

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